Papel I
Pasado el mediodía, al levantarse de unas mesitas de piedra al aire libre, el tiempo apremiante fue víctima del primer deseo compulsivo de compar papel. Desde entonces adquirí el hábito, o posiblemente el vicio. Mesas, anaqueles, gavetas, libreros llenos son la prueba. De las más diversas formas, texturas y colores, el papel toma posesión de mi casa, de mi vida.
Tristemente (dichosamente) mi piedad por los árboles no es más alta que mi amor por el papel.
2 opiniones
a las 2/2/08 12:43,
Jen® dijo…
al menos tiene un cuaderno de papel de banano.
a las 20/5/08 11:52,
eskaraboquio dijo…
Conozco a alguien con una vocación similar...Mi casa está llena de papeles!
comente
<< principal